La casa era alucinante, los anfitriones súper majos y las vistas de otro mundo. Desayunábamos viendo el mar y cenábamos bajo las estrellas. ¡Increíble! Además, conocimos otros jóvenes aventureros y fuimos de excursión a los acantilados y hicimos senderismo por los bosques. ¡Fue la bomba!

Podrían haber tenido más actividades para los jóvenes noctámbulos como nosotros. Aunque lo pasamos muy bien, nos hubiera encantado tener una fiesta en la casa o una discoteca cerca.

Anfitriones amables y atentos. Casa rústica con vistas espectaculares al océano. Huerto con frutas frescas. Apto para explorar la isla. Estancia acogedora con perros simpáticos.

Sin duda, Casa Rural Quinta Los Naranjos ofrece una excelente relación calidad-precio. La habitación era muy acogedora y tenía todos los detalles necesarios para una estancia confortable. La ubicación del hotel era espectacular, con vistas impresionantes y un entorno tranquilo. Además, el personal nos trató con amabilidad y nos hicieron sentir como en casa.

La selección de desayunos podría haber sido más variada.

Calidad de la vivienda y acabados de gran categoría. Electrodomésticos de gama alta.- Decoración y gusto exquisito.- Entorno natural rodeado de naranjos y aromas de flor de Azahar.- Propietarios encantadores y atentos.- Amenities como bandejas de fruta, huevos y chocolates.- Conexión a internet de fibra y televisión por cable de Movistar.- Recomendaciones de playas y restaurantes.

Vistas espectaculares. Casa bien ubicada con detalles. Anfitriones atentos y regalos sorpresa. Aire puro y tranquilidad. Limpieza impecable y equipamiento completo.

Nos encantó nuestra estancia en la Casa Rural Quinta en Tigalate. La casa es excepcional, con todas las comodidades y una cocina muy bien equipada. La habitación era amplia y la cama muy cómoda. Las vistas desde la casa eran espectaculares, podíamos ver las islas vecinas. Además, los anfitriones Zaida y Roberto fueron muy atentos y nos proporcionaron frutas frescas en la cocina. En resumen, una estancia muy recomendable.

La única pequeña desventaja fue la falta de un armario para colgar la ropa en la habitación. Aunque había cajones y un perchero grande, la ropa colgada no quedaba tan bien estéticamente.

Me encantó la decoración de la casa, con ese toque rústico y acogedor que la hacía sentir como un verdadero hogar. Además, las áreas comunes estaban bien cuidadas y muy limpias, lo cual era importante para mí como mujer mayor. quiero destacar la accesibilidad del hotel para personas de la tercera edad, ya que tenía todas las comodidades necesarias y no había ningún obstáculo para moverme con facilidad.

Lo único que pediría para unas vacaciones aún mejores para personas mayores es que los niños que trabajaban allí estuvieran un poco más atentos a nuestras necesidades. Aunque en general fueron amables, hubiera sido agradable recibir un poco más de atención y cuidado por parte de ellos.

Nos sentimos como en casa gracias a Roberto y Zaida, que son súper amables. Si necesitábamos algo, ahí estaban para ayudarnos. Las vistas desde la casa eran alucinantes, desayunábamos como reinas. La decoración era top, y la cama ¡comodísima! ¡Ya queremos volver!

Si tuviéramos que pedir algo más "cañero" para nosotros, quizás echamos en falta algún plan de fiesta cerca. Pero en general, fue una pasada.

El alojamiento se encuentra en una ubicación tranquila y rodeado de naturaleza, lo cual permite desconectar y disfrutar de un ambiente relajante. La casa está equipada con electrodomésticos de alta gama y cuenta con una decoración exquisita. Además, los anfitriones son amables y proporcionan amenities como bandejas de fruta y chocolates.

La conexión a internet puede ser lenta en ocasiones.

Hemos disfrutado de una estancia maravillosa en Casa Rural Quinta Los Naranjos. Desde el primer día, Roberto nos trató con una atención impecable, dándonos recomendaciones de restaurantes y lugares para visitar en la isla. Además, nos ofreció frutas frescas de la finca y la posibilidad de recolectar nosotros mismos frutas de sus árboles, como plátanos que tienen un sabor muy diferente a los que se encuentran en la península. La casa nos encantó por su aspecto rústico y acogedor, con todas las comodidades necesarias. Disfrutamos de balcones con vistas al océano Atlántico y al Teide en días despejados. Por las noches, desde la casa, pudimos contemplar un cielo estrellado como nunca antes habíamos visto en otro lugar. Además, la compañía de los perros de la casa nos robó el corazón. Nos sentimos como en casa y ya estamos pensando en cuándo volver.

La ubicación de este alojamiento es perfecta, rodeado de naranjos y con vistas al océano Atlántico y al Teide. Además, la casa cuenta con instalaciones excepcionales, como una decoración exquisita, electrodomésticos de alta gama y conexión a internet de fibra. Los propietarios son encantadores y se preocupan por todos los detalles, como ofrecer bandejas de fruta, huevos y chocolates. Sin duda, te sentirás como en casa y disfrutarás de una experiencia completa.

La única pega es que no pudimos quedarnos más tiempo en este maravilloso lugar.

la atención excelente desde el recibimiento hasta la despedida. La casa es excepcional, totalmente equipada y con vistas espectaculares. Los anfitriones son encantadores y nos ayudaron en cada una de nuestras excursiones, convirtiendo nuestra estancia en una experiencia inolvidable. Recomendable al 100%.

faltó un secador de pelo.

Increíble! Los anfitriones son amables y atentos, siempre dispuestos a ayudar. La casa es preciosa, nueva y bien equipada. Las vistas son impresionantes. Los perritos en la finca hacen que la estancia sea aún más especial. ¡Vacaciones inolvidables! 🌟 ¡Amor auténtico! Nos recibieron con detalles de la finca, nos reservaron en los mejores restaurantes y hasta nos dieron un regalo sorpresa. ¡Increíble atención! 🎁

nuestra estancia en Casa Rural Quinta Los Naranjos en Tigalate fue simplemente maravillosa. La casa superó nuestras expectativas, las fotos no le hacen justicia. Los anfitriones nos trataron como si fuéramos de la familia y nos hicieron sentir como en casa. Disfrutamos de la paz y la magia de este lugar mágico. ¡Definitivamente volveremos!

faltaba un armario para colgar la ropa. solo había cajones y un perchero grande, que aunque funcional, no quedaba tan estético con la habitación tan bonita.

La atención de los anfitriones fue increíblemente amable y acogedora, nos hicieron sentir como en casa desde el primer día. La casa tenía todo lo necesario y más, con una decoración rústica y encantadora. Las vistas al océano Atlántico y al Teide eran impresionantes, especialmente al amanecer y al atardecer. pudimos disfrutar de la compañía de los perros de la finca, que nos alegraron el día. La ubicación de la casa era perfecta para explorar la isla y las playas cercanas. Los propietarios nos dieron una cálida bienvenida con una cesta de frutas frescas de su propio huerto. Sin duda, unas vacaciones inolvidables en un lugar mágico.